sábado, 5 de abril de 2014

Gracias

Por mirarla aprendí a pelear. Aprendí que cada día de nuestra vida tiene un valor único, y que el dolor de los peores momentos no es eterno. Que una mirada puede describir nuestro pesar y una sonrisa esconder una tormenta. Que al final del camino hay dos manos extendidas para ayudarnos a salir. Que no existe el destino pero si la voluntad de forjarlo. Que la soledad es una elección, a veces sana y a veces desmedida. Que las decisiones se respetan sin dudar, y los abrazos se dan sin pedir permiso. Que las palabras tienen valor, pero los silencios son más contundentes. Que la vida es un círculo que jamás terminaremos de recorrer. Aprendí a escuchar, a bancar la parada a pesar de las distancias. Aprendí a levantarme cuando quería permanecer en el letargo. Asumí responsabilidades. Discutí. Defendí lo que me parecía injusto. Por ella me emocioné más. Dejé de esconderme. Me animé a ser yo frente al resto. No disimulé mis angustias. Compartí instantes con quienes nunca pensé que lo haría. Descubrí gente maravillosa y me alejé de los obsecuentes sin sentido. Reí a carcajadas delante de quienes no sonríen a menudo. Desafié obstáculos. Me atreví a cambiar. Lloré para vaciarme de viejos rencores. Volví a bailar. Reafirmé mis pasiones.

Hoy cumple años la persona que elegí llevar conmigo siempre. Una amiga de fierro. Una hermana ejemplar. Una madraza. Una tía adorable. Una mujer con todas las letras. Felicidades Andre. Te adoro. Gracias por dejarme estar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una vez Marti me dijo, vamos tia, no aflojes!! hay mucha gente que se inspira en vos..
No sabes lo que me alegra hoy entender que no fueron solo palabras de una chiquitina de 9 años.
Te quiero amiga!!