domingo, 9 de marzo de 2014

Duende

Él sonreía siempre. Era su fuerte. A todo aquel que lo mirara le propiciaba una sonrisa. A veces pequeña, insinuante, pero con el chispear de sus ojos se podía adivinar que el hechizo funcionaba de la misma manera. Sonreía e hipnotizaba. Así pasaba sus días, encantando gente. No hacía mucho tiempo que había descubierto esta cualidad. Es más, él no tenía más de dos años de vida. Pero desde que comenzó a entender cómo funcionaba el intercambio cultural entre las personas, hubo algo que lo llevó a desarrollar ese don. 

Entendió que a la mayoría de los mortales  se los gana con  simpatía, inocencia y  sorpresa. Que aún con un hablar precario, el gracias abre puertas. Que el simple gesto de amabilidad en la risa le puede cambiar el día a una mirada triste. Aprendió a discernir con quien insistir y de quien alejarse. Jugaba con todo aquel que tuviera su misma energía, y en la comunicación lúdica lograba cosas increíbles. Recuerdo que una vez, como por arte de magia, consiguió que el piso de un bar se transformara en una enorme pista de carrera para sus autos sin que los mozos se molestaran.

El duende de la sonrisa era claramente maravilloso para quien lo conociera. Se lo amaba, sin más, no dejaba lugar a otra opción. Había transitado sus primeros pasos en un jardín de infantes que le permitió seguir cultivando esa esencia. Sabía que debía volver allí, y que lo esperaban nuevos desafíos.

Nada podía salir mal. El tiempo estaba de su lado. Zapatillas listas, remera nueva, mochila de sueños.  Y una sonrisa más linda que nunca. La conquista estaba por hacerse. La revolución había empezado desde que él nació. 


sábado, 8 de marzo de 2014

Nosotras

Dos piernas, dos brazos, un cuerpo, una cabeza, dedos de las manos, dedos de los pies, pelo, ojos, cejas, nariz, boca y un corazón que nos da la vida. Somos iguales dirían las feministas. Somos lo mismo. Tenemos las mismas capacidades… si? No, no estaría tan segura. Somos distintas. Somos nosotras y ellos. Nosotras, con tetas que pueden amamantar. Con vagina, útero, y una panza que puede crear en nueve meses. Con ciclo menstrual. Con sensibilidades extremas, antojos de dulces, más grasa alojada en las caderas y celulitis. Con cerebro, inteligencia y miles de proyectos. Con liderazgo. Con militancia. Con lucha. Con razones y sinrazones. Con caprichos. Con corazones, flores y bombones, por qué no? Con esmaltes y libros de literatura. Con dudas. Con certezas. Con estrías y tratamientos de belleza. Con obsesiones. Con amores, pasiones, amantes y mentiras. Con verdades. Con identidad propia o ajena, con causas pendientes. Con orgasmos. Con lágrimas. Con intensidades. Con arte. Con poesías. Con piropos. Con música. Con registro para conducir. Con título universitario. Con herramientas. Con motores. Con divorcios y casamientos. Con recetas de abuela y manos de intelectuales. Con cursos de preparto. Con cesáreas. Con partos naturales. Con pospartos. Con depresiones y alegrías. Con hijos. Con padres. Con hermanos. Con uñas pintadas. Con rimmel corrido. Con injusticias y prejuzgamientos. Con aborto ilegal todavía. Con violencia de género aún.

Nosotras, mujeres.

Ellos, con nosotras.

Feliz día a todas, y gracias a la vida por hacernos tan completas y complejas.

Sigamos peleando por nuestros derechos, y formando hombres nuevos que nos acompañen en esta hermosa ruta.