Calles que chocan en aparente oscuridad,
Que silencian verdades inconscientes,
Que reprimen y subyugan nuestra mente
A un estado elevado de crueldad.
Y la culpa no se oculta, incandescente,
Se retuerce con el filo del destino.
Enemiga la elección, fue mal camino
El andado hasta ahora asiduamente.
Solo un haz de luz que me refleje,
Solo eso y enloquecen mis sentidos.
Lo sincero desordena lo vivido
Que tenía encarcelado a mi presente.
Solitario el corazón cuando se siente
Confundido al bifurcarse la salida.
Se acelera hasta ver sangrar la herida
De la lucha caprichosa e insolente.
Nadie gana en realidad, solo mentiras
Que se imponen devolviendo al cuerpo calma.
Pero en un segundo que se aquieta el alma
Duele ver que la verdad está perdida.
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