¿Nos casamos? ¿Te querés casar conmigo? Le dijo mientras ella terminaba de preparar una tarta en el departamento de dos por dos donde intentaban convivir desde hacía un tiempo. Él era su vida. En ningún momento se pensó lejos de su cuerpo, y cuando así tuvo que ser por elección del destino, intentó reconstruirse como pudo pero volvió a su lado. Cuando aquellas palabras sonaron en su cabeza, soltó el cuchillo que tenía en la mano dejándolo caer, se dio vuelta para mirarlo y comenzó a titubear. ¿Vos decís? ¿Te parece? Al tiempo que una voz en su interior le gritaba que si, desesperada, desgarrada, un si enorme que no la dejaba hablar.
Resolvieron salir a caminar. Ella dejó la comida a medio terminar, agarró las llaves, se puso unas ojotas y comenzaron a recorrer el barrio casi sin hablarse. En un momento, llegaron a la puerta de una iglesia. Era domingo y había misa. Sus estudios primarios y secundarios estuvieron atados a una educación católica que terminó dejándola seca de creencias. Aún así, él, ateo, se detuvo en la puerta. Vamos, no me gustan las misas le dijo ella sin siquiera mirar la arquitectura del lugar. Pidamos fecha, vos me dijiste que te gustaría casarte por Iglesia por tu viejo, bueno, dale, pidamos fecha. Si yo me tengo que bautizar, no nos casamos por acá, sólo hacemos el civil. Si me dejan casarme así, ya lo arreglamos. Muda. Quieta. Sólo le comentó que era domingo y seguramente no les iban a dar bolilla.
Terminó la misa y ése día se cumplían 20 años de antigüedad en la institución del cura que había brindado la ceremonia. Por esta razón, el señor gordo con túnica violácea salió a saludar a sus “fieles”. Ella continuaba inmóvil. Él, ni bien lo vio afuera, lo abordó y le dijo nos queremos casar, ¿Ud nos informa? Así de bizarro.
El hombre les indicó que seguramente se tenían que casar por obra de Dios, porque por ser la celebración de sus 20 años como sacerdote, la secretaría estaba abierta como excepción. Los llevó hasta la puerta de la misma, y los atendieron.
La historia cuenta que aquel domingo fijaron fecha de casamiento para un 18 de abril, y que durante el resto del día no se hablaron. Por la tarde ella volvió a salir, y él, en cambio, quiso quedarse en el departamento. Estaban felices pero eran bastante particulares con sus sentimientos. Siempre habían preferido la soledad frente a hechos que los conmovían.
A medida que fueron pasando los días, ambos comenzaron a darle forma a su casamiento. Sin un mango, tratando de sobrellevar los problemas cotidianos, decidieron festejar a su manera: con amigos, familiares directos y muchísimo baile. Así eran.
A dos días de celebrar su casamiento por civil que estaba fijado para el 16 de abril, accedieron a los anillos de oro. No habían podido comprarlos, no les alcanzaba la plata, entonces sus padres fundieron los aros y alhajas de los abuelos para poder hacerlos. Ese fue su regalo.
No obstante, ambos querían reflejar su amor por la política y la historia argentina en aquella ceremonia. Era el momento de celebrar la unión entre ambos, pero también la unión de convicciones, de lucha y de apasionamientos que tanto los había enamorado a lo largo de sus vidas. Decidieron entonces grabar los anillos.
Durante el noviazgo, ambos habían leído "El Presiedente que no fue" de Miguel Bonasso, tal vez aquello los marcó bastante. Cuando comenzaron a hablar del grabado de los anillos, se miraron, sonrieron y no dudaron un instante en elegir la palabra. Sus nombres, la fecha, y aquella palabra. Iba a ser su secreto, su complicidad. ¿Qué quiere decir?... TE AMO, en chino mandarín…
La leyenda los mantiene vivos, y hoy se cumple un aniversario más de aquella historia de amor. Con el tiempo se develó el misterio del grabado, y fue así como aquella ceremonia, la cual fue histórica e irónica para una institución como la Iglesia, quedó sellada con el intercambio de anillos de oro. Cuentan que la palabra que atravesó la vida de ambos personajes fue ni más ni menos que L.O.M.J.E.: LIBRES O MUERTOS, JAMAS ESCLAVOS.
Los anillos aún son buscados como testimonio de su existencia.
3 comentarios:
Lo mas!
XD ...Profunda.Me encanto.
que hermoso lei!
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