jueves, 3 de marzo de 2011

De como una respuesta se convierte en laxante natural

Así que soy conchuda… A ver, explicame qué es ser conchuda para vos. Te cuento que  la conchudez de hoy se relaciona con la soberbia de Cristina. Qué casualidad! Una mina con carácter, con elegancia, con una cara que cuando no sonríe, te está mandando a la mierda con altura –jamás conocí a alguien que te mande con tanta altura como ella-.
Ser conchuda no es malo para mí. No me insulta. Me divierte. Si tus ganas de hacerme enojar las medís a través de este adjetivo no lo vas a lograr. Perdés. Así de simple. Y ahora que me vas a decir? Que soy conchuda hasta en la forma que tengo de decirte que sos un perdedor? Bueno, ves? Siempre es bueno que reconozcas la inteligencia de las conchudas como yo.
Me gusta ir al frente con todo, y cuando no le doy cabida al diálogo o al simple comentario, también te estoy diciendo algo. No me interesa opinar, o bien, no encuentro mi espacio a tu lado. Ó al lado de los que estén en ése momento. Pero no estoy enojada eh? Te lo digo bien. Para que entiendas, las conchudas como yo tenemos buen humor también, y estamos bien atendidas, no confundas. Otro día si querés te explico a quiénes aplica el otro insulto, pero esto que me decís ahora es especial. Me hace sentir tan poderosa.
Fijate que la conchudez de hoy es sublime. Porque de alguna manera justifica absolutamente todas mis respuestas. Para vos seguro que hay dos tipos de minas: las regaladas y nosotras. Bueno, ves? Es lógico que para tus limitaciones imagines a las mujeres dentro de estas tipificaciones. Claro que no voy a explicarte que tu madre, como no es conchuda, clasificaría entre las regaladas porque te va a caer mal, pero bueno, ya lo entenderás con el tiempo y podrás ampliar tus horizontes.
También quería decirte que tener un cargo o ser profesional debería sumar capacidad a tu cerebro y no discapacidad a tu razonamiento. Lo vamos a lograr de a poquito, primero vas a tener que entender a las mujeres como yo, y luego, si te queda espacio en la cabecita, intentamos razonar.
Entonces, repasando lo que esta conchuda te dice, para ofender sólo bastaba con tu presencia. Viste que simple era? Pero como soy tan pero tan conchuda, ya me acostumbré a vos. Así que compartir mi tiempo contigo me gratifica.
Que tengas un buen día.
Y gracias por el piropo.-

2 comentarios:

g. dijo...

siempre es mejor ser conchuda que ser pelotudo.
recordalo.

Lei Orsaria dijo...

jajaja... Si Ga, por eso me favorece el mote, y refuerza su pelotudez, sin dudas.