miércoles, 29 de septiembre de 2010

La noticia



Él estaba feliz. La miraba con sorpresa, casi sin habla, la abrazaba en silencio, le sonreía. Ella estaba inmóvil. Por momentos se ausentaba de sí misma. La escena le quedaba lejos, se miraba desde arriba y lo único que quería era verlo así, tan radiante como nunca. No podía decirle nada. ¿Por qué habría de romper ése instante con sus mambos? Siguió inmóvil. Su corazón latía cada vez más fuerte.



- Estás bien?- preguntó él. La falta de respuesta lo dijo todo. Sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a temblar hasta alejarse por completo de su lado. Ella necesitaba decirle lo que sentía. Era raro, algo nuevo. Su respiración estaba entrecortada, sin embargo intentaba disimularlo porque tampoco quería asustarlo. El valor le calaba los huesos. Las palabras se impacientaban por salir.


- Tengo miedo… y si pasa…- él la interrumpió sellando sus labios con un beso. Volvió a abrazarla.


- Y si pasa algo, seguiremos siendo dos.



Comenzaron a llorar de emoción. Entonces tres corazones acordaron latir al mismo ritmo.
Nada más importó.

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