lunes, 11 de junio de 2007

Contradicciones


Con el último rasguño de ira te amo.
Porque tu mirada, aunque insolente, me enciende
Hasta estremecer mis manos frías.
Insolente por haber mirado paisajes sin mí.
Desafiante también por haberme desnudado el alma.
Entre el odio y la desesperación te respiro,
Entre atisbos asmáticos me arriesgo al retorno.
Me cuesta mantener la calma.
Con los pulmones vacíos por correr hasta tu sombra,
Lavo mis mejillas con caricias de nuestros recuerdos.
Ahora ya no me hundo, es tu risa la que me salva.
Refugiada en el tiempo, artífice que muta fantasmas
Y provoca incendios en pantanos húmedos,
Descubrí los recovecos de tu piel proscripta
Mientras tus dedos escribían los límites de mi cuerpo.
Entonces incendiamos nuestra historia,
Reinventamos los instantes esquivando el barro.
Pero por haber acumulado vivencias que aún me hieren,
No tanto por crueles sino por egocéntricas,
Por ser tan caprichosamente tuyas y no compartidas,
Cultivo inseguridades alrededor de tus besos.
Y me angustio. Me castigo.
Contradigo a mi pasión al saberte de memoria.
Por eso la bronca escoltada por mi obstinada ternura,
La incondicionalidad irracional y los abrazos.
Por resignarme a ser tuya para siempre
Aún en la más absurda locura.
Imagen: WEB

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso. simplemente... hermoso